"Un guerrero acepta la derrota. No la trata como algo indiferente, ni intenta transformarla en victoria. Se amarga con el dolor de la pérdida, sufre por la indiferencia y se desespera con la soledad. Pero después de que pasa todo esto, lame sus heridas y recomienza todo otra vez. Un guerrero sabe que una guerra está compuesta por muchas batallas. Y sigue adelante.
Las tragedias ocurren. Podemos descubrir la razón, culpar a los otros, o imaginar qué diferentes habrían sido nuestras vidas sin ellas. Pero nada de esto tiene importancia, ya pasaron, y listo. A partir de ahí tenemos que olvidar el miedo que nos provocan e iniciar la reconstrucción"
Extracto del libro "La Quina Montaña" (Paulo Coelho)