La confianza en la sabiduría de la naturaleza (una verdadera y eficaz farmacia natural) es el fundamento básico de la aromaterapia. Los aceites esenciales se extraen de raices, hojas, tallos, cortezas, flores, frutas, hierbas ... cuyo valor preventivo y terapéutico ha sido demostrado a lo largo de la historia.
La nariz contiene 10 millones de neuronas que atrapan las moléculas odoríferas, y estas neuronas son los receptores olfatorios que envían los olores al sistema límbico o centro emocional del cerebro, por este motivo los beneficios de la aromateria actúan sobre el sistema nervioso central y también estimulando el flujo energético de la persona.
La esencia de la planta o flor, es una sustancia viva, pura y natural que contiene todo el poder concentrado de su fuerza vital, el aceite esencial en realidad es volátil y no aceitoso (el aceite es la base sobre la que se impregna).
Hay infinidad de aceites esenciales pero si quereis tener una básico sería el de Lavanda, ya que es un relajante del sistema nervioso y muscular por lo que es apto para estados de ansiedad y nerviosismo así como para hacer friegas en contracturas musculares.
Para mi los aceites esenciales son un fantástico complemento en terapias com el reiki, el masaje neurosedante y la reflexología podal.
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